LA DAMA DE ROSA
El emblemático y conocido palacete valenciano de la actual Conselleria de Bienestar Social propiedad de la Generalitat Valenciana, situada en el número 16 del paseo de la Alameda acogía anteriormente, hasta finales de los años setenta del siglo pasado, un importante hospital de maternidad conocido como "la Cigüeña" que fue uno de los más importantes en Valencia.
Seguro que muchos valencianos todavía lo recordareis o habréis nacido en él. En su fachada aún se conserva la escultura de una cigüeña con un bebé en el pico, como signo de maternidad.
Su aspecto actual se debe a la reforma del año 1951 al estilo casticista ecléctico, obra de arquitecto Gómez Davó. Consta del bajo, tres plantas y un ático. La fachada es curva y se retranquea en el chaflán, conformando un jardín donde estaba la antigua entrada de las ambulancias que se presenta con el gran balcón de la primera planta.
Coincidiendo con los tiempos de la transición española la clínica dejó de funcionar, y el precioso edificio pasó a ser propiedad del gobierno valenciano. Hoy en día está a la venta y conjuntamente se venda con la sede de la Conselleria de Agricultura, el edificio que asoma a la calle Amadeo de Saboya.
Pero... probablemente seguro que preguntarás ¿qué puede tener de misterioso el bonito y agradable edificio situado en uno de los barrios más céntricos, distinguidos y caros de la ciudad de Valencia? ya que no hablamos de una casa abandonada ni de una mansíón al lado del cementerio.
Nuestra historia comenzaría un día de marzo de 1990. Un periodista valenciano divulgó unos sucesos "paranormales" que ocurrieron en la citada Conselleria con el título " El fantasma de la mujer vestida de rosa". Según se podía leer en el periódico donde se publicó el caso, aparecía el fantasma de una mujer vestida con un camisón de color rosa que vagaba por las noches por los pasillos en busca de su hijo. Hay que añadir que en esta clínica, fue uno de los complejos hospitalarios donde en la década de los años 70 más bebes fueron robados, por lo que conocemos en la actualidad como "Los bebés robados del Franquismo" un tema que trataremos en un futuro.
Algunas de las personas que trabajaron allí como los vigilantes de seguridad, comentaban que habían visto a una mujer joven y alta, vestida con un camisón rosa, siguiendo desesperadamente el llanto de un niño. Por otra parte, otros vigilantes comentaban: La verdad es que nunca pude ver a la supuesta fantasma ni oí lloros ni gritos de ningún niño. No obstante, a veces pasaban cosas (pero siempre por la noche) muy difícil de explicar. Esta aparición, junto con otros sucesos inexplicables fueron confirmados por otros empleados de la Conselleria, la sensación era que en este centro se producían muchos fenómenos paranormales.
Según algunos informes de la historia del edificio como clínica de maternidad, únicamente murieron dos mujeres y de esas solo una, llegó a dar a luz al niño. Al parecer, la madre murió, y el hijo también, en pocas horas de diferencia. La mujer era la esposa de un médico, se llamaba Lurdes y nada hacia sospechar que, el parto se complicaría y ambos morirían. La mujer era joven y aquel era su primer hijo. Algunos empleados llegaron a identificar al fantasma con Lurdes.Esta alucinante historia sería posiblemente el origen del desesperado espectro por los pasillos del hospital. La historia pronto se dividió, entre los que creían en la fantasmal presencia y los que la atribuían a una broma pesada de algunos trabajadores del centro. Se dice que algunos trabajadores testigos del centro fueron trasladados, y como siempre ocurre en estos casos, el suceso perdió interés hasta que se dejó de hablar de él convirtiéndose en leyenda urbana.
El caso nunca se estudió por profesionales del mundo de la parapsicología ni se han realizado psicofonias en el edificio. Un conocido periódico valenciano publicó tiempo después de que: "El fantasma de la Conselleria, era el fruto de la imaginación de un vigilante de seguridad que escribe novelas de terror". Pero todavía hoy, muchas personas que trabajaron en este centro están convencidas de lo que realmente vieron sus ojos, y fue una dama vestida de rosa. ¿Sería Lurdes buscando a su bebé? nunca lo sabremos.
Luz Durán